4 de febrero de 2008

El Bar Oviedo.


Bar Oviedo data de 1900.

Perteneció a don Fernando Ghio: era un despacho de bebidas, que fue conocido con el nombre de “Bar de los Payadores”, porque allí se reunían los mejores payadores de la época, Betinotti y Gabino Ezeiza, entre otros.-Ghio fue un político de avanzada y siempre participaba cuando había que crear condiciones para mejorar alguna situación del barrio.Con su negocio frente al Mercado Nacional de Hacienda, prestó la mayor atención hacia la mejora de la forma de trabajo de los obreros.Asimismo supo inaugurar el “Centro Sección Primera Nuevos Mataderos” del partido socialista, simultáneamente se ocupó de la cultura popular y formó el “Teatro Vocacional”. Fue fundador de uno de los primeros periódicos locales, denominado “El Ciclón” y “Nueva Era”, que trataba temas políticos, sociales, barriales, intelectuales y literarios.

Mga. Zulema Chaure

El Resero


El Resero fue el primer monumento emplazado en el barrio de Mataderos.

Recuerda a los reseros que arreaban las reses por las tierras hasta el matadero, responsables además de las condiciones en que llegaba el ganado. Con la aparición de medios de transporte capaces de transportar la hacienda, fue desapareciendo la figura del resero.Originariamente el monumento estaba ubicado en el Palais de Glace sobre la Plaza Alvear. Edmundo Kelly tramitó la instalación del monumento El Resero en su actual emplazamiento.

Fernando Ghío convenció al intendente de aquel entonces, De Vedia y Mitre, que el lugar apropiado para el monumento era frente a la entrada del Mercado de Hacienda. Fue inaugurada en 1934. Es obra del escultor Emilio Sarguinet, especialista en figuras de animales. Los que no conocen los caballos criollos podrían pensar que el escultor cometió un error porque adelanta una mano y una pata del mismo lado. Lo que ocurre es que a estos animales se los adiestra a caminar de ese modo, con suavidad.

Esta forma de caminar hacía que el resero pudiera dormitar mientras andaba a caballo sin riesgo a caerse, permitiéndole más estabilidad.

Cuando se inauguró la estatua, su base tenía unos pocos centímetros por lo que de lejos daba la sensación de estar sobre el césped.

Los niños se subían al caballo; por lo que se decidió elevar la base y en 1995 se enrejó.


Mga. Zulema Chaure

Administracion de los Mataderos -1930

COMPLEJO ARQUITECTONICO DE LA ADMINISTRACION DE LOS MATADEROS.

Av. de los Corrales y Ax. Lisandro de la Torre

En 1888, al anegarse los Corrales del Sur, se decidió su traslado a campos ubicados a dos o tres kilómetros al sur de Liniers. El 18 de abril de 1889, se colocó la piedra fundamental de las construcciones, que ocuparon inicialmente ocho de las veinte hectáreas. El establecimiento fue inaugurado el 21 de marzo de 1900 por el Presidente Julio A. Roca y el Intendente Rodolfo Bullrich. La antigua sede de la Administración de los Mataderos es un edificio italianizante, que conforma un conjunto exento de las construcciones vecinas. Ubicada en la confluencia de dos avenidas, la construcción de planta en "U" abraza una pequeña plazoleta, con una calle adoquinada que la circunda.
En la plazoleta se destaca la escultura del Resero.
El edificio constituye un hito para el barrio: su torre central, con un reloj de origen inglés y mirador, se destaca desde la distancia. En la fachada del cuerpo principal, que enmarca el acceso a los mataderos, se destacan los grandes pilares sobre los que descargan los arcos de medio punto de las galerías. Dos alas laterales, de menor altura, convergen en un espacio central con recovas. Los espacios interiores están muy desvirtuados, debido a los cambiantes usos que tuvo el edificio en el transcurso del tiempo. Actualmente funciona aquí el "Museo Criollo de los Corrales".

Mga. Zulema Chaure

Don Lisandro de la Torre


Muestra itinerante LOS VALORES DE DON LISANDRO, en el senado de la Nación y luego cuando emplazamos la placa que nos obsequiara el Senado de la Nación, en la plaza seca frente a la comisaria 42a.

DON FERNANDO GHIO


Para fines del siglo XIX la expansión de la economía primaria exportadora, dada por la producción agropecuaria y a las actividades económicas relacionadas con ellas atrajeron importantes contingentes de inmigrantes de ultramanar aumentando considerablemente la población del país, especialmente en los centros urbanos, donde se concentraban las fuentes de trabajo.Bajo este marco llega a Buenos Aires la familia Ghio procedente de Génova, Italia, con su pequeño hijo Fernando de solo cinco años, nacido el 3 de diciembre de 1880, cuya primera residencia será el barrio de la Boca.
Hacia 1898 se trasladan al barrio de Mataderos, que crecía vertiginosamente a la actividad pecuaria de los nuevos Mataderos, su padre Juan trabajaba de capataz en el saladero de Roca, que luego se transformó en curtiembre.Desde muy joven se dedico a la política preocupado por la situación social, coincidía con las propuestas del Juan B. Justo, que proponía una distribución más equitativa de la riqueza para los sectores populares urbanos, logrando reivindicaciones específicamente obreras, tales como la jornada de trabajo de ocho horas, aumento de salarios, reconocimientos del derecho a huelga y régimen especial de trabajo para mujeres y niños.En la calle San Fernando (Hoy Av. Lisandro de la Torre) y Nueva Chicago (Hoy Av. De Los Corrales), funcionaba desde el año 1900, un almacén de ramos generales de propiedad del Sr. Dufaur, conocida como la almacén del “Francés”.Este negocio fue adquirido en 1910 por Don Fernando Ghio al Banco Tornquist, y lo convirtió en un Bar Cultural, realizando encuentros con personalidades de la época: Joaquín V. Gonzáles, Estanislao Cevallos, Mario Bravo, entre otros. Los temas que abordaban eran siempre relacionados a la política, a la literatura y a los problemas sociales, por ello el Bar fue conocido en todo el ámbito de la Ciudad.Inspirado por estos ideales funda el “Centro de Sección Primera Nuevos Mataderos” del Partido Socialista. Ello no le impide ocuparse de la actividad cultural del Barrio, formo el Teatro Vocacional y fundó uno de los primeros diarios de la zona el “El Ciclón”y después editó “Nueva Era”, donde escribía con seudónimos, informando sobre todo lo que acontecía en el Barrio y en Buenos Aires.También Don Fernando se esforzó en que los mucangueros que trabajaban en el Mercado de Hacienda recibieran una educación, los aconsejaba para que pensaran en un futuro mejor, le ayudaba con sus tareas y los estimulaba para que concurran a la escuela de la Recova (frente a su Bar) y a cambio les ofrecía el desayuno diario.Su biblioteca personal fue abierta al público solía prestar los libros con la condición de ser devueltos.Una verdadera actividad social desarrollaba el Bar, donde intervenía toda la comunidad del Barrio Nueva Chicago (Hoy Mataderos). Pero los fines de semana se llenaban de gente a escuchar a los Payadores que deleitaban a la concurrencia con su guitarra, improvisaban sobre los temas más variados. Así como se convirtió en el famoso “Bar de los Payadores”.A este bar concurrían los parroquianos y la gente relacionada con el matadero. En especial se destacaba la presencia de los guapos: trabajadores de los nuevos Mataderos instalados en la zona, razón por la cual siempre cargaban consigo un cuchillo, con el que faenaban a las reses; eran valientes, respetados y hasta temidosGrandes Payadores pasaron por el Bar de Don Ghio, pero uno en especial merece la atención y fue sin duda José Betinotti, llegó a ser con el tiempo el más popular, el que más se recuerda. Era un cantorcito de serenatas cuando en 1898 conoce a Gabino Ezeiza que lo induce a la payada y compite en el contrapunto con casi todos los de su tiempo, en la capital y en el interior adonde llegó en giras.Siempre atento a las necesidades de los vecinos, promovió la creación de sociedades de fomento, para que por ese medio realizaran su objetivos., siendo director de alguna de ellas y presidió el Congreso Nacional de estas Instituciones en 1917.Preocupado por los niños débiles, impulso la compra de tierras en la Provincia de Córdoba para procurarle colonias de vacaciones.En 1921 Don Fernando Ghio asume la presidencia del Club Social Deportivo Nueva Chicago, que participa del Torneo Competencia realizado en la temporada 1921/22 y se clasifica finalista conjuntamente con el Club Huracán, venciendo Nueva Chicago por 2 a 1. Preside nuevamente el Club en 1925 y 1926.En marzo 1933 impulsa la creación del MUSEO MUNICIPAL DE BELLASARTES Y DE ARTES APLICADAS Y ANEXO DE ESCULTURA Y ARQUITECTURACOMPARADA, que Funcionó en el Consejero Deliberarte, actual Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.Este proyecto de Ordenanza merece un comentario especial, ya que nos referimos al hoy Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, inaugurado en 1938, en Dependencias del Consejo Deliberante que esta especializado en arte argentino. Albergan una vasta colección de pinturas, grabados, dibujos y tapices. Su patrimonio alberga 4.200 piezas, desde manifestaciones de pintores viajeros y obras de Lino Enea Spilimbergo, Carlos Morel, Libero Badii, Antonio Berni y Emilio Pettoruti, entre otros.Don Fernando Ghio trabajo arduamente en los años que fuera Concejal metropolitano, de 1932 a 1935, promoviendo el progreso, la cultura, las reivindicaciones sociales, pero Mataderos le debe el logro importante, la estatua del Resero, que representa al gaucho, que arriba el ganado de lugares distantes hasta el Mercado de Hacienda y que fuera de vital importancia para la economía de nuestro país.El Monumento “El Resero” del artista Emilio Sarniguet, que se encontraba emplazado en la vereda del Palais de Glace, y que al ser visto por personalidades del Barrio lo comentaron al director del Mercado de Hacienda Sr. Eduardo Nelly, entro al bar de Don Fernando y entre los dos decidieron llevar adelante los trámites para que el “Resero” se mudara a su lugar natural, hecho acaecido el 24 de Marzo de l934.Don Fernando Ghio trabajo por la realización de muchísimos proyectos y ordenanzas, algunos de ellos fueron:- Estabilidad del Personal de administración Municipal- “Juan B. Justo”. Designación con este nombre a la calle resultante del entubamiento del arroyo Maldonado.- Pavimentaciones a realizarse en el año 1933. Designación de una comisión especial encargada de investigar las denuncias formuladas sobre este asunto.- Muelle de pescadores ubicado en la calle Viamonte y Av. Costanera. Gestiones encomendadas al Departamento Ejecutivo para obtener del Superior Gobierno de la Nación la cesión del mismo.Sin duda Don Fernando Ghio fue participe activo en la sociedad mataderense, pero su tarea fue aun más prospera cuando en 1932 es elegido concejal de la Ciudad de Buenos Aires, y su tarea en el Consejo Deliberante es digna de ser rescatada, no solo se dedico su esfuerzo a mejorar las condiciones laborales de los obreros de Mercado de Hacienda, sino también brindo apoyo para sancionar ordenanzas relacionadas a la salud, a la cultura y al progreso de la Ciudad de Buenos Aires.

Mga. Zuelema Chaure

Y Ud. preguntara: ¿Por qué cantamos?

Hace bastante tiempo en la escuela hicimos una Feria con el motivo: ¿Por qué cantamos... ?obviamente me surgió la idea a partir esa canción maravillosa.Las respuestas la va teniendo cada uno... ¿por qué un foro de la memoria en Mataderos? ¿para qué sirve la memoria... ?Al principio, El Foro dice sus porqué. Les propongo que cada uno diga por qué siente en adherir.Yo adhiero porque en Mataderos hay gente especial, gente que está muy ocupada y sin embargo piensa en el otro, porque hay actividad social, porque es diverso, porque tiene cosas muy buenas y muy malas, pero no más o menos.Y espero un Mataderos mejor!! Por eso canto, entre otras cosas... (simbólicamente)

Besos a todos,
Miriam Otero, vecina de Mataderos.

JUSTO SUAREZ, el ídolo.


El 5 de Enero se cumplieron 99 años del nacimiento de JUSTO SUAREZ, El Torito de Mataderos. Como un justo homenaje reproducimos esta nota publicada en Clarín, por el periodista Horacio Pagani y enviada por Carina Bosotti.

"Antes, en la prehistoria deportiva, se forjaban así los ídolos: de boca en boca, de emoción a emoción, de verdad a leyenda. Y no había dudas en la memoria popular. No hacía falta la evidencia de la televisión. Alcanzaba con el relato vertical y sincero, con el sentimiento compartido. Claro, se necesitaba pasta para llegar a la cima del reconocimiento, como siempre. O más que ahora, simplemente.
Justo Suárez, el Torito de Mataderos, reunía todas las condiciones: infancia pobre, 24 hermanos (N.Blogger: otros dicen 14 hermanos), lustrador, vendedor de diarios, mucanguero (mucanga era la grasa liviana que bajaba por las canaletas de los mataderos), buena estampa, coraje ilimitado adentro del ring, simpatía afuera (si, el afiche de su sonrisa se parecía a la de Gardel), fidelidad a su clase, amigo de los pibes, matrimonio joven con una telefonista, Pilar Bravo, Estados Unidos, ascenso social, Voiture amarilla, ropa importada, caída estrepitosa, abandono de su mujer, miseria, tuberculosis y muerte a los 29 años.
Por eso, cuando su cuerpo fue traído de Cosquin, y el cortejo fúnebre enfilaba hacia la Chacarita, una marea humana levantó el cajón y lo llevó en vilo hasta el Luna Park para ofrecerle el adiós agradecido en un velotorio de congoja memorable.
Justo Suárez pasó como un relámpago por la vida. Llegó como un regalo de Reyes -la noche del 5 de enero de 1909- a una casa modesta, vecina a los corrales de Mataderos, donde sobraban hijos y faltaba el pan. A los 9 años ya trabajaba a los 19 era boxeador profesional, y a los 29 todo había terminado. Le alcanzaron 29 peleas para convertirse en el ídolo de los argentinos, allá en los años 30, cuando golpeaba la crisis de la depresión económica mundial, cuando la figura de Luis Ángel Firpo se esfumaba en la memoria, cuando el boxeo -casi una rebelión contra la pobreza- convocaba multitudes en el Parque Romano, en la vieja cancha de River, en el Luna. La comunicación fue inmediata. Su velocidad, la potencia de sus golpes, su generosidad, su valentía, le valieron un campeonato de novicios, dos de veteranos y dos coronas sudamericanas, como aficionado. Tenía un estilo sin estilo, lo definió el recordado Félix Daniel Frascara. Categoría liviano, 48 peleas, todas ganadas, 42 antes del límite. Ya era el Torito y marcó el hito: la irrupción de la orilla en el mundo del boxeo, hasta entonces exclusivo de niños bien. Cada pelea suya era una fiesta. Camiones desbordantes de admiradores llanos, ruidosos y espectaculares, con sus matracas, bocinas y bombas de estruendos lo apañaban. Lo formó Diego Franco, pero fue Pepe Lectoure (el tío de Tito) quien llevó el timón de su carrera. Pasaron Moya, Bianchi, Mallona, los Marfut, Venturi Fernández, Rayo, y algunos otros, hasta que llegó el momento clave: el choque por el titulo argentino con Julio Mocoroa, otro legendario. Justo era la imagen del barrio, el peleador frontal, el ídolo popular. Mocoroa representaba a la clase media, al estudiante de odontología, al estilista, al campeón. Ganó Suárez por puntos y trepó a la gloria deportiva, al esplendor mundano.
Ya había ganado una fortuna cuando viajó por primera vez a Estados Unidos. Y arrasó. Glick, Perlick, Flower, Ray Miller, Kid Kaplan. En el segundo viaje -en busca del titulo mundial- tropezó con Billy Petrole, un temible probador de figuras. Y perdió estrepitosamente en nueve asaltos. Perdió su primera pelea y perdió el amor de Pilar Bravo. El fantasma de la tuberculosis ya lo había atrapado. Y el declive fue cruel y vertiginoso. Víctor Peralta le quitó el titulo y se ganó el odio popular. Quiso volver, doblado por su enfermedad y lloró Pathenay, su último vencedor, como lloró el estadio entero, frente a esa caricatura de boxeador que quería seguir peleando contra su propia sombra. Murió tres años después, el 10 de agosto de 1938, en un hospital de Cosquín, con la única compañía de su hermana, en la miseria total y con la sonrisa ojerosa. No importa si se lo vio o no sobre un ring. La memoria popular lo hizo ídolo. El primero del boxeo argentino. Y por eso la proyección no tiene límite en el tiempo."